Presidente Vladímir Putin trasmite propuesta de paz a Ucrania. Anuncia que ordenará el alto el fuego si Kiev retira las tropas del este y del sur, y renuncia a la OTAN.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se dirigió este viernes a los altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores del país para abordar cuestiones importantes de la vida nacional y del trabajo diplomático, entre ellas el tema Ucrania.

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En el encuentro, Putin se refirió a la reunión de líderes del G7 en el sur de Italia, en que se aprobó, entre otras medidas, un acuerdo por valor de 46.000 millones de euros (50.000 millones de dólares) para apoyar económica y militarmente a Kiev. Denunció que esos fondos saldrán de los intereses obtenidos por los activos rusos congelados en bancos occidentales tras el inicio de la operación especial militar de Rusia en Ucrania.   

En ese sentido, el mandatario ruso destacó: “A pesar de toda la verborrea, el robo sigue siendo un robo. Y no quedará impune”. Agregó que esas naciones “congelaron parte de las reservas de divisas y activos rusos y ahora piensan en cómo sentar una base jurídica para apropiarse definitivamente de ellos”.

El jefe de Estado ruso subrayó que Washington y sus aliados de la OTAN «destruyeron el sistema de medidas de confianza y control de armamentos que se estaba construyendo desde hace décadas en el espacio europeo».

Asimismo, aseguró que «el egoísmo y la arrogancia de los Estados occidentales han conducido a la peligrosísima situación actual. Nos hemos acercado inaceptablemente demasiado al punto de no retorno».

El jefe del Kremlin afirmó que se están formando los contornos de un orden mundial multipolar y multilateral sobre la base de una nueva realidad política y económica. Destacó que «el mundo está cambiando rápidamente, nunca volverá a ser el mismo: ni en la política mundial, ni en la economía, ni en la competencia tecnológica».

En cuanto a la supuesta cumbre de paz para Ucrania que acontecerá este sábado en Suiza, el mandatario ruso ha expresado en reiteradas ocasiones que el objetivo de los organizadores del evento, concebido como una iniciativa propagandística contra Moscú, es reunir al mayor número de países posible y luego anunciar que ya acordaron los términos y presentar las decisiones a Rusia como un ultimátum.

El líder ruso también ha reiterado que Moscú no permitirá que le presenten un ultimátum. El intento (occidental) de imponer a la nación euroasiática sus propias condiciones para una solución del conflicto ucraniano acabará igual que el intento de infligir a Rusia una derrota estratégica.

Ratificó que Rusia siempre ha tenido la voluntad de hallar una solución polítíca y negociada a este conflicto, y citó las condiciones para iniciar negociaciones de paz. Exigió que las FF.AA. ucranianas se retiren de los territorios de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie, y que Kiev notifique oficialmente que renuncia a su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Enfatizó que únicamente después de esos pasos Rusia cesará el fuego y comenzará las negociaciones. Además, afirmó que Moscú garantizará la salida segura de los militares ucranianos de esas regiones.
Por otro lado, expresó su esperanza de que Kiev decida sobre el tema por sí misma, sin la presión de bloque alguno, y de no escuchar esta propusta la responsabiliza de cualquier derramamiento de sangre que pueda suscitarse.

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